El proceso de pintado del pelo de animales se realiza por capas, para representar las sucesivas hileras de pelo que el animal posee. Debe utilizarse un pincel especial para este trabajo.
La pintura es el arte de representar imágenes por medio del color, las figuras están plasmadas en sucesiones de manchas de colores que nos dan el volumen, las diferentes texturas, la luz. En el caso de las texturas, el pelo de los animales es una de las texturas que mayor trabajo representa, pues debe mostrar el sentido del pelo, marcar el cuerpo y la musculatura del animal, así como las distintas tonalidades que adopta el pelambre frente a la luz.
Cómo pintar el pelo de un animal:
Para pintar el pelo de un animal, debemos proceder por capas, primero damos el color de fondo de la piel, que puede variar de acuerdo a cada parte del animal. Se dejará secar completamente.
El pelaje debe pintarse con la pintura bien diluida empleando un pincel con parte de las cerdas recortadas. El pincel es de gran importancia pues nos permite obtener una pincelada a rayas que se asemejan a los pelos.
Tomamos en cuenta el sentido de crecimiento del pelo, desde la raíz hacia las puntas y su largo determinará el largo de la pincelada. Otro elemento que debe tomarse en cuenta para pintar el pelaje es la musculatura, pues produce movimientos en el pelo y efectos de luces y sombras sobre el mismo.
Prepararemos varios tonos de cada color del pelaje, para dar las sombras, para esto iremos agregando un poquito de negro al color y lo guardaremos para las siguientes capas de cada color.
Comenzaremos a pintar el pelaje desde las patas y la cola, hacia arriba, capa por capa, de modo que se superpongan y la capa final, la del lomo, será la que esté más afuera.
La pintura debe estar bien diluida y escurriremos el pincel en un papel absorbente para que quede medio seco.
El largo de la pincelada es el mismo del pelo y las hileras de pelo se superponen. El sentido de la pincelada será siempre desde la raíz hacia las puntas.
En las zonas donde se marca la musculatura, comenzamos la hilera de pelo en el nacimiento del músculo para dejarlo en evidencia.
Las pinceladas siempre deben ser en la dirección del crecimiento para que se afinen hacia la punta del pelo.
El pincel se carga con la pintura y se descarga en un papel absorbente para quitar el exceso. Al comenzar la pincelada se ejerce presión en el pincel para que las cerdas se abran bien, dicha presión va cediendo en el transcurso de la pincelada para que el trazo se haga más fino.
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